Un viejito de ochenta años va al médico a preguntarle si puede tener hijos con su esposa de setenta. El médico le da un tarrito y le dice que le traiga al día siguiente una muestra de semen. Cuando vuelve, el viejito le dice:
"Doctor, no he podido traerle la muestra de semen."
"¿Acaso como lo ha intentado?"
"Primero con la mano derecha, después con la izquierda. Luego lo intentó mi esposa, primero con las dos manos y luego con los dientes, pero no hubo forma. Luego llamamos a la vecina, la rubia, joven y bella, ella lo intentó y intentó.
"Pero no pudimos abrir el tarrito"
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