Una pregunta una respuesta


Ella: ¿Qué harías si me muriese?

Él: Te guardaría luto.

Ella: ¿Durante mucho tiempo?

Él: Muchísimo tiempo!

Ella: ¿Por qué?

Él: (serio) Porque te quiero y tu pérdida sería dolorosa para mí.

Ella: (con una sonrisa). Qué bonito. ¿Volverías a casarte?

Él: No

Ella: (con expresión dolida) ¿Por qué no? ¿No te gusta estar casado?

Él: Sí que me gusta

Ella: ¿Entonces sí que te volverías a casar?

Él: (carraspea) Creo que después de haberte guardado luto durante el tiempo suficiente y mi vida volviese a tener sentido, sí.

Ella: ¿También dormirías con ella en nuestra cama?

Él: Es de suponer, no?

Ella: ¿Reemplazarías mi foto por la de ella en la mesilla de noche?

Él: Pondría las dos fotos

Ella: ¿También tendrías sexo con ella? ¿En nuestra cama?

Él: (bebiendo un sorbo de café) Seguramente llegaríamos a eso. Sí.

Ella: ¿Jugarías también al golf con ella?

Él: Sí, (ya cabreado) si lo haría

Ella: ¿Le darías mis palos?

Él: No, es zurda.

Ella: ¿¿¿Cómo???

Él: ¡uy!

Comentarios

  1. jajaja. Ya sabía yo que practicar el golf tenía más riesgos que el que habitualmente nos comentan de la espalda.

    Muy bueno, ciudadano. Un saludo

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  2. Esto pasa por contestar a tanta pregunta jeje
    Besitos

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  3. Siempre he dicho que es mejor sostener una charla distendida que un interrogatorio, jejeje.

    Besitossssss

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  4. jajajaja.. buenísimo el chiste. Si no quieres oir algo que no te va a gustar, entonces no preguntes necedades.

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  5. Me dio tanta gracia porque al final los hombres siempre se creen super inteligentes y cuando les tocan los interrogatorios siempre al final caen y no solo por las respuestas si no por la actitud que toman.

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