Un hombre sube a un taxi y a medio trayecto toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta.
El taxista grita, pierde el control del coche, casi choca con un camión, se sube a la acera y al final se empotra en un escaparate haciendo pedazos los cristales.
Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista dice:
Mire amigo, jamás haga eso otra vez! Casi me mata del susto!
El pasajero le pide disculpas y le dice:
No pensé que se fuera a asustar tanto si le tocaba el hombro.
El taxista le dice:
Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista.
¿Y qué hacía antes?
Fui chofer de una funeraria durante 25 años.
Normal que se asuste, yo también lo haría. GRRRR, te imaginas que un muerte se levante y tú vayas conduciendo... se me pone la carne de gallina.
ResponderEliminarBesitos guapo. No me olvido de vosotros, estoy liada.
normal que se asuste!jajaaj¡¡seria un susto de muerte si aun estuviera conduciendo el coche fúnebre,pobre, trauma de por vida!jejej¡¡
ResponderEliminarNuria, seguro que nos daria un susto de muerte, jejeje
ResponderEliminarSusana, ni que lo digas!! seguro que el hombre le da un yuyu allí mismo.
ResponderEliminarJajaja... me he reido es que logico ese hombre estaba traumado de tanto muerto el pobre eso no se le quita se inmagina que el muerto lo toque, lo bueno es que era un vivo.
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