Medio Siglo



Después de medio siglo de armonía total en el matrimonio, él muere, y poco tiempo después, ella también.

Ambos, creyentes y practicantes van al cielo.

Allá en el cielo, ella busca al que fue su marido durante 50 años y corriendo hasta donde él se encuentra, lo abraza, lo besa, le hace infinidad de caricias y le dice:

¡Queridooooo! ¡Qué suerte encontrarnos nuevamente!

A lo que él responde:

No, no y no! No me vengas ahora con tonterías.

El trato fue:

¡HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE!

Comentarios

Publicar un comentario