Este era un niño que se puso a vender huevos en puerta de la iglesia.
- ¡Huevos, huevos a buen precio, huevos!
Cuando el cura lo oye le riñe y gritando dice:
- ¡Agarren a ese niño de los huevos!
Y el niño muy atemorizado dice:
- Noooooooo... Mejor por las orejas!
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