Saber dar una mala noticia


Un empleado al saber la noticia de que su patrón había muerto en un accidente en el trabajo, pregunta a sus compañeros quién le daría la triste noticia a su esposa. Al preguntarles, les indica que tienen que ser cuidadosos y sensibles al comunicar la mala nueva.

Pepe, que era graduado en psicología, se ofreció y rápidamente procedió a llamar a la esposa de su patrón:

Ring, ring, ring...
Hola, ¿puedo hablar con la señora Martínez?
Sí, está hablando con ella.
¡Usted acaba de ganarse 2 millones de euros!
¿Cómo dice?
Verá, al convertirse hoy en viuda, la compañía de seguros de su difunto marido, acaba de recibir la autorización para emitir el pago.
¡Oh no, Dios mío!
¡Sí señora! ¡Ni yo mismo lo creo!



Comentarios