En el tren equivocado

A bordo de un tren, un pasajero leía tranquilamente un diario, cuando ve pasar por el pasillo a un enano hecho una furia con dos maletas ...
El tipo lo mira con atención y ve como va y viene.
A los dos minutos vuelve a pasar, para el otro lado del pasillo, hecho una furia.
- Que maldita suerte!... Que maldita suerte!, se quejaba el enano.
Cuándo había pasado unas diez veces, el pasajero intrigado le pregunta.
- Qué te pasa, amigo?
- Es que me equivoqué de tren y me tengo que bajar. Voy a llegar tarde a una reunión y esto me paso porque ponen los carteles tan altos que no llego a leerlos.
Al pasajero le da tanta lástima el pobre enano con sus dos maletas que le hace una propuesta.
- Escúchame, vamos a hacer esto: cuando el tren pasa por la estación reduce un poco la velocidad, entonces yo te doy una mano para que te bajes.
El enano desesperado acepta. Cuando llega la estación y el tren baja la velocidad a unos 80 Km/h el pasajero lo toma al enano de los hombros asomados los dos por la puerta del primer vagón y lo empieza a acercar a la plataforma. El enano movía como un loco las piernecitas intentando igualar la velocidad del andén, hasta que le grita al pasajero:
- Suéltame, que ya puedo!!!
Y así lo hace, suelta al enano con sus dos maletas hecho un bólido en el andén a toda carrera y plena velocidad.
Satisfecho de su buena obra vuelve a sentarse y disfrutar de su diario cuando a los pocos minutos ve pasar de vuelta al enano por el pasillo, descontroladísimo, todo transpirado, despeinado, babeando, los ojos desencajados y arrastrando sus dos maletas.
- Que maldita suerte!... Que maldita suerte!.
Intrigadísimo el hombre que lo ayudó le pregunta:
- Pero... ¿Qué te pasó ahora? ¿que haces otra vez en el tren?
A lo que el enano le responde:
- Cuando me soltaste en el anden, seguí corriendo para no tropezar y caerme al suelo... fue ahí cuando el guarda que venía en el último vagón, al grito de "Vamos enano que pierdes el tren!" fue entonces cuando me agarró por la espalda y me subió de nuevo al tren.


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